Té Negro

Té Negro – El origen de todo

Mi primer recuerdo con el té viene desde casa.

Antes de conocer rooibos, manzanilla o cualquier blend, estaba él: el clásico té negro en bolsita, en una caja que no faltaba en la cocina.

Mi mamá siempre comenzaba su día con un tesito negro y su infaltable marraqueta. Pero el té negro no solo estaba para el desayuno: sino que también estaba presente en la sobremesa después del almuerzo, en la once, y también cuando llegaban visitas. Era sinónimo de hogar, de rutina, de calor humano.

Recuerdo perfectamente su aroma maderoso y ligeramente terroso, ese olor que se sentía apenas se abría la caja y que anticipaba un momento compartido.

Hoy rescato esa esencia en una versión más pura y aromática: Té Negro GHERMI’S en hoja suelta, seleccionado por su intensidad, cuerpo y calidez. 

Propiedades destacadas:

• Energía natural gracias a su contenido de teína.
• Estimula la concentración y ayuda a mantener el foco.
• Rico en antioxidantes – cuida tu corazón y sistema inmune.
• Ideal para desayuno, sobremesa, once o cuando hay visitas.
• Aroma maderoso y sabor intenso: un té con historia.

Preparación sugerida: 1 cucharadita (2 g) por taza (200 ml), agua entre 75° - 95 °C, infusionar entre 3 a 4 minutos. Y además puedes disfrutarlo solo o con un toque de leche y también endulzarlo con miel, azúcar o con lo que más te guste.

Té Negro: el clásico que nunca falla.

Elige tu formato favorito y deja que el aroma del té negro te lleve de vuelta a los momentos más simples… y más cálidos.

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